Título: Neon Genesis Evangelion
Año: 1994
Numero de capítulos: 24
Entusados. Así nos deja este anime que a través de 24 capítulos y una película explora temáticas como el papel del individuo, el malestar de la cultura, la esencia de la existencia y nuestro propósito como humanidad. Sin duda esta es una obra diseñada para dejar más preguntas que otorgar respuestas y es precisamente porque pareciese que en esta historia la trama es lo de menos, más bien su propósito data de la gestión de las diferentes emociones de la audiencia a través de su personaje principal: Shinji.
Shinji es quien dicta ese mood en el que nos va poniendo la serie. No solo corre con la responsabilidad de dar un desarrollo a esta historia sino también se torna el encargado de administrar los sentimientos de un espectador que se va fundiendo con él al mejor estilo de un “EVA”. Él y nadie más que él nos lleva a sentir empatía, desilución, odio, amor e incluso excitación. Pasa todo lo que él decide que pase y allí es cuando después de cada capitulo nos damos cuenta que lo que nos hace querer seguir viendo esta historia no es en sí lo atrapados que nos tenga la trama, sino ese temor a volver a nuestra vida con esas preguntas incomodas… (las mismas que se hace Shinji)
Lo peor en este anime no es lo difícil de entender de su trama, sino el mood en qué nos pone una vez lo concluimos. No hay fandom pages, videos explicativos o siquiera secuelas que paleen ese vacío cuando al mejor estilo del protagonista nos quedamos solos, a la deriva de nosotros mismos.
Evidenciando siempre una profunda inspiración japonesa, esta serie nos muestra cuan esperanzador es lo desesperanzador, porque solo una vez que uno se propone ver el mundo a la “nipona” es capaz de entender que el génesis y el Apocalipsis sugieren lo mismo, que no hay nada más humanizador que el dolor, que aquella fascinación por la destrucción solo esconde una profunda búsqueda de la creación.
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