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Acerca de Respiro

Quiénes somos

Respiro Cigarretes es una marca de cigarrillos artesanales que busca una fumada más consciente, más placentera y otorgarte ese momento exacto que te deje descansar ó aporte esa inspiración que tanto buscabas. Nuestra propósito como marca es brindarte una experiencia totalmente diferente de todas tus anteriores caladas.

Nuestra razón de ser

En Respiro Cigarretes estamos convencidos de que el tabaco es mucho mas que un vicio, una enfermedad, una excusa. Justamente por eso nos retamos a reinventar el cigarro y cambiar la forma en cómo entendemos el fumar. Basta de encontrar en el cigarro un lugar común cuando no podemos lidiar con el estrés, la ansiedad, el frio… El tabaco es mucho más que es eso, es arte, es musa, es un rito. Por eso estamos convencidos de que fumar debería ser “un respiro”.

Eso que nos mueve

Queremos fomentar una cultura responsable entre los fumadores, una donde exijamos más como consumidores a las tabacaleras y de la misma forma tengamos mejores hábitos al fumar. Es hora de que empecemos a conocer a fondo lo que consumimos, de crear consciencia en torno a un mundo que se ha visto tan satanizado y por ello nos ha quitado la oportunidad de saber más de él: el maravilloso universo del tabaco.

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Nuestra historia

“Solo quienes están lo suficientemente locos para creer que pueden cambiar el mundo, son quienes lo terminan cambiando”. 

Steve Jobs

Justamente así inició Respiro Holdings, bajo la premisa de querer revolucionar la manera de fumar sabiendo que para ello se tendría que reinventar el cigarrillo.

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Esta idea, como muchas tantas que han cambiado el mundo, se creó a raíz de una crisis: la pandemia causada por el COVID- 19. La cuarentena obligatoria tuvo consecuencias muy acentuadas en el terreno emocional de las personas... el desempleo, el duelo y la falta de interacción social desencadenaron en muchos de nosotros cuadros de depresión, ansiedad y violencia doméstica.

Históricamente esos lapsos donde se ha deteriorado el tejido social siempre han estado acompañados por el incremento del uso de sustancias recreativas en la población tales como alcohol, tabaco y drogas, etc. A lo mejor el consumo de tales sustancias se torna un paliativo para sobrellevar los tiempos difíciles y precisamente fue en fumar donde encontré un espacio seguro, una terapia, un “respiro” para sobrellevar la pandemia.

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Fumar... algo que puede ser tan superficial y a la vez tan significativo. Eso mismo pensaba cada que daba una calada “terapéutica” a uno de esos cigarrillo industriales que duraban de 6-7 minutos, tenían sabores artificiales y me dejaban ese molesto tufillo que trataba de ocultar al volver a casa. Entendía perfectamente las consecuencias que tenía el tabaco para mi cuerpo, pero sobreponía los beneficios que traía a mi mente: serenidad, concentración, reflexión. Así que me dije ¿cómo podría hacer de la experiencia de fumar algo más agradable? Fue así que me sumergí en el mundo del tabaco para ir comprendiendo la planta y todo el proceso que hay tras un cigarrillo.

Cuando tuve mayor entendimiento de este mundo, pude develar que el tabaco no solo se reducía a los cigarrillos. Había todo un mundo tras este, donde abundaban las texturas, los olores e inclusive los rituales, algo que comprendí a través de mi exploración del tabaco para liar. Pase de comprar cigarrillos industriales a armar mis propios cigarrillos y jugar con las mixturas, los sabores e inclusive el maridaje.

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Al cabo de un tiempo, supe que tenía que compartir dicha exploración con el mundo. Vi potencial en un mercado que muchos daban por muerto. Creí en mi idea, me propuse darle “un respiro” a esa anquilosada industria del tabaco. Supe que para hacerlo tenía que desarrollar una alternativa mejor al cigarrillo industrial. Estaba convencido que podía hacer que fumar desde un aspecto sanitario fuese menos nocivo y desde uno psicológico más consciente.

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Empecé armando cigarrillos con las diferentes referencias de tabaco liado que encontraba en el mercado, los cuales comercializaba a través de Instagram. No había marca, ni empaques, tampoco una unificación de los precios. Lo que empezó como un experimento se fue consolidando en la medida que producto del voz a voz llegaban más clientes. En este punto decidí lanzarme y crear todo un concepto, una verdadera marca. Use mis conocimientos para crear una estética, un empaque, mis propios sabores. Así llegué a algo auténtico y disruptivo: creé el primer cigarrillo artesanal, bajo el concepto de ser “el cigarrillo anti-cigarrillo”.

Lo que siguió es una historia llena cumbres, caídas, introspección y sobre todo aprendizajes... 

Gracias por ser parte de ello.
¿Qué nos deparará el destino?
No lo sé, pero me entusiasma.

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